La amé tanto que me dolió
todo el cuerpo, fue un sentimiento puro, casi inocente.
La amé con todo mi ser,
la amé en la oscuridad, en las lluvias, durante las clases aburridas.
La amé mientras lloraba,
mientras comía, cuando reía, amé sus ojos cuando se iluminaban ante el peligro.
La amé mientras veíamos
televisión, cuando nos besábamos, cuando hacíamos el amor, mientras peleamos.
La amé mientras me
mentía, la amé tanto que en este momento estoy llorando.
La amé todo el tiempo, la
amé tanto y de tantas maneras que ya no tiene sentido amar a nadie más.
La amé tanto que cuando
me dejo todo se rompió, simplemente me destrozó.
La amé de tantas maneras
y con tanta fuerza que le perdoné todo lo que me hizo.
La amé tanto que todavía
me acuesto llorando… pensando en ella.